En el mismo día ocurrieron dos hechos simbólicos, uno en el Chaco y otro en Santa Fe, que a simple vista no parecen estar relacionados, pero tienen el mismo origen.
El primero tiene que ver con las reflexiones del joven chaqueño (16 años) que frente al gobernador de la provincia resumió el hartazgo de los jóvenes argentinos que no quieren vivir en un país sin oportunidades para progresar, pero que tampoco eligen el “pasaporte comunitario” como salvavidas. Cuestionó a la dirigencia política, en su conjunto, por no ocuparse de los temas que realmente importan como la inflación, el valor del trabajo, la devaluación de la moneda, la falta de justicia, la precariedad del sistema educativo, el aumento de la pobreza, entre otros temas. Pero por sobre todas las cosas, cuestionó a la clase dirigente por quitarle la esperanza a los jóvenes de un futuro mejor en el país donde nacieron. Parecía un fiscal formulando su acusación.
Desde Fuente Primaria realizamos un estudio independiente entrevistando a 20 argentinos, entre 25 y 40 años, que se fueron a vivir al exterior en el último tiempo. Tienen estudios universitarios, posgrados y maestrías. Ahora viven en España, México, Chile, Costa Rica, Estados Unidos y Alemania. Algunos se fueron por razones económicas, como el trabajo bien remunerado y la capacidad para ahorrar, y otros porque la inseguridad marcó su vida. Pero todos están de acuerdo en que la causa principal es la falta de un proyecto nacional y la desilusión con la clase dirigente.
El otro hecho simbólico ocurrió en Santa Fe. Los hinchas, socios y la actual dirigencia de Colón decidieron tapar el mural de su estadio donde se encontraban retratados sus ídolos no futbolísticos, la banda Los Palmeras. Es que uno de sus líderes, Marcos Camino, se fotografió con Germán Lerche, ex presidente de Colón que dejó al club en ruinas y tuvo que pedir licencia antes de terminar su mandato en 2013. No los perdonaron. En las redes sociales los socios del club dejaron una catarata de insultos a Camino y lo sentenciaron como “persona no grata”. Los socios pagan la cuota, votan y no se olvidan de los dirigentes que perjudicaron al club. Se terminó el amor de “los sabaleros” con Los Palmeras porque no quieren que sus ídolos se enrosquen con dirigentes fraudulentos.
¿Cuál es el denominador común entre estos dos hechos que parecen desconectados entre sí? Que hay un conjunto de valores e ideas que se mantienen resilientes dentro del constante declive nacional. No es casualidad que el joven de Pampa del Infierno haya defendido al campo cuando este aporta record de dólares al país, y que los socios de Colón no perdonen a quienes estafaron a su amada institución. El mensaje es el mismo: la resistencia popular contra la clase dirigente que no cumple. La mirada aguda de la opinión pública está atenta a todo lo que pasa.
Hay un sector de la sociedad que no vive enfrascado en la grieta, son independientes. Desde el 2013 definen los resultados de las elecciones y serán decisivos en 2023. Son cerca de 6 millones de votantes que se escurren entre los dedos de Juntos por el Cambio, Frente de Todos y tampoco eligen a extremos de derecha o izquierda. El joven chaqueño se suma a este grupo.