BRASIL: La versión de Lula que Cristina no quiere

En las últimas elecciones presidenciales y legislativas en la región mostraron que ningún partido tiene la «vaca atada», que las estrategias polarizantes son estériles ante la mirada aguda del voto independiente y que las negociaciones entre los partidos son indispensables para garantizar la gobernabilidad. Castillo en Perú, Petro en Colombia y Boric en Chile, ganaron sus elecciones en segunda vuelta, y ahora es el turno de Lula o Bolsonaro en Brasil.

Lula y Bolsonaro, como el resto de los presidentes y candidatos miran los índices del precio al consumidor antes que las encuestas. “¿Acuerdo de precios o estimulo de la demanda?” “¿Subo las tasas o impulso el crédito?” Cada maniobra tiene efectos inmediatos en los consumidores y votantes. El “humor del bolsillo” determina las elecciones cuando hay muy poco margen para gobernar con inflación o recesión inducida por los bancos centrales y las ideologías son muchos menos románticas que antes. Boric puede dar fe de esto.