Bolsillos y Candidatos atacados por la inflación

Los candidatos, los presidentes y los consumidores de Latinoamérica tienen el mismo problema: la inflación. En Colombia, Brasil y Perú los gobiernos ponen tope a los precios de los combustibles para no irritar a la opinión pública que viene mostrando su mal humor. Que las “malas noticias” las den los presidentes de los bancos centrales, parece la consigna.

En Argentina, Sergio Massa apura el ajuste fiscal para que al menos “no entre más agua al bote” y así evitar una debacle electoral del peronismo en las elecciones presidenciales de 2023. En estos momentos la aprobación de Alberto Fernández se encuentra por debajo del porcentaje de votos alcanzado la elección legislativa de 2021 (33%) y la inflación anual podría llegar al 100%. Perdió 5 de los 12 millones de votos que consiguió en 2019.

Por ejemplo en Brasil, Lula conversa con ex candidatos a presidente de diferentes orígenes políticos para ampliar su margen de maniobra en su eventual gobierno si gana las elecciones. Su giro al centro derecha en plena campaña es un fiel reflejo de que la polarización no resuelve el problema de la inflación y es insuficiente para generar un ámbito de inversiones. La euforia de ganar una elección se vuelve una carga pesada en muy poco tiempo.

Otro ejemplo. En Chile, Boric tuvo que girar al centro y negociar porque el rechazo al plebiscito fue contundente. Además significó un impacto muy fuerte para las aspiraciones de la centro-izquierda latinoamericana. Chile llega a las tasas de inflación más alta en 30 años y también alcanza las tasas de interés más alta en 20 años. Un complejo escenario para consumidores y gobiernos porque nadie quiere hablar de sacrificios.

La opinión pública tiene al menos dos vías para expresarse: el voto y el consumo. En las encuestas que realizamos en Latinoamérica vemos dos preocupaciones principales, la inflación y la inseguridad. En Chile por ejemplo la inseguridad está al tope de las demandas de los ciudadanos, y en Argentina la inflación castiga duramente a los gobiernos de turno.

Este año la opinión pública es protagonista de dos elecciones clave para la región: el plebiscito constitucional en Chile y las elecciones presidenciales en Brasil. Sobre el primer caso estamos viendo el reacomodamiento político que lleva al gobierno de Boric a negociar con los partidos de centro-derecha para llegar a un nuevo acuerdo nacional. Y en Brasil hay una gran expectativa por los resultados y por cómo hará Lula, que es el favorito, para gobernar con estos índices de inflación regional.